Los líquidos son los que más se caen
"No me quejo de mi trabajo porque todos los días me propongo realizar 20 entregas de alimentos y más de la mitad de los clientes me dejan propina, así que no me va tan mal", señaló Daniel Valdez, quien trabaja como repartidor de comida por medio de las plataformas digitales.
Desde hace cinco años empezó a trabajar en las aplicaciones que prestan el servicio de reparto de alimentos, y aunque afirmó que cada día hay más competencia de repartidores, dijo que aprovecha los fines de semana porque en estos días hay más solicitudes de pedidos a domicilio.
De acuerdo con el entrevistado, sus ingresos económicos varían de acuerdo con el número de pedidos que realiza al día, pero le va bien porque la mayoría de sus clientes le dejan propinas.
En una ocasión, comentó, un cliente que pidió un café le dejó 200 pesos de propina y únicamente recorrió dos kilómetros para llegar hasta el domicilio de la persona.
En lo que respecta a su trabajo, refirió que su jornada laboral es de ocho horas todos los días, y hasta la fecha el único incidente que ha tenido es que los alimentos, principalmente líquidos, se caen dentro de la mochila, porque las calles están llenas de baches.
Sin embargo, por su propia seguridad, contrató un seguro de gastos médicos mayores.
“Hay clientes exigentes pero también otros que son muy buenos, una vez me dieron 200 pesos de propina por un café que llevé. Eso también hay que decirlo, porque no todo es malo”.