Gracias a su labor como checadora pudo mantener a sus dos hijos.
María León asegura que aunque por su labor como checadora de rutas ha recibido comentarios negativos, ella hace caso omiso, porque afirma que gracias a ese trabajo pudo mantener a sus dos hijos.
“Me he enfrentado a muchas críticas, dicen que porque soy mujer no puedo trabajar aquí. Me han dicho que este trabajo es de flojas, pero yo tengo 40 años como checadora y de aquí salió el dinero para sacar adelante a mis hijos, para tener mi casa y sigo teniendo para comer”.
Actualmente -dijo- su jornada es de seis horas diarias y en este lapso ha logrado reunir hasta 150 pesos de las propinas que le dan los operadores, a cambio de darles a conocer el tiempo de diferencia que llevan de sus colegas de otras organizaciones.
Refirió que al día registra el tiempo de diferencia que hay entre un operador y otro de por lo menos 200 unidades del transporte colectivo.
Sin embargo, por la emergencia sanitaria varios ruteros le dan solo uno o dos pesos y otros de plano no le dan ni un centavo.
La entrevistada aseguró que los comentarios desagradables que ha escuchado respecto a su labor provienen de la ciudadanía, pues los operadores se han mostrado respetuosos.
Indicó que actualmente tiene 65 años de edad y seguirá laborando hasta que el cuerpo aguante.
“Con el dinero que junto de aquí saqué adelante a mis hijos y a mis nietos, y este trabajo me sigue dando para comer. Es poco el recurso, pero no les puedo exigir a los choferes, porque ellos también se vieron afectados con la crisis de la pandemia”.