Su trayectoria como operador es de 25 años
“Yo soy exprés. Soy el más rápido, pero también he tenido que pagar por los minutos quemados porque a veces se me atraviesa una manifestación o un tráiler”, refiere Hilario Arzate, quien trabaja como operador en la Ruta 17.
Dice que su experiencia al volante es de 25 años, por eso afirma que es uno de los operadores más rápidos que tiene la organización. Sin embargo, cuando hay cierres de vialidades en las avenidas más transitadas ha pagado hasta 120 pesos por minutos “quemados”, es decir por llegar tarde con el checador.
Mientras espera su turno de salida en la calle Galeana del centro de Cuernavaca, Hilario platica que el tiempo separa la salida de cada vehículo es de cinco minutos y cuando el operador se atrasa tiene que pagar 20 pesos por minuto al chofer que viene atrás de él, si es que llega a tiempo con el checador.
“Hay ocasiones en que se nos atraviesa algún camión, a veces también nos encontramos con manifestaciones y los policías viales nos desvían, por eso todos los operadores nos hemos quemado en algún momento y tenemos que pagar, aunque ese dinero afecte en los ingresos del chofer”.
De su labor señaló que con la pandemia de covid-19 disminuyó de manera considerable la demanda en el servicio, por lo que a veces solo junta 200 pesos en un día a pesar de que trabaja más de catorce horas.