El Instituto de la Mujer para el Estado de Morelos está abierto a atender a las madres que han denunciado haber sufrido violencia vicaria por actuaciones del Tribunal Superior de Justicia de la entidad.
En las últimas semanas han salido a la luz casos de mujeres que aseguran ser blanco de violencia vicaria por el apoyo o la omisión de diversos jueces de la entidad.
Organizaciones civiles – que han realizado manifestaciones en el Palacio de Justicia- han referido que tienen documentados al menos nueve juicios en los que las madres han sido separadas de sus hijos e hijas por resoluciones emitidas sin perspectiva de género o incluso por anomalías cometidas por los juzgadores.
El más reciente caso es el de las niñas Gal y Maya, sobrinas del productor de cine Nicolás Celis, quien denunció que las menores de nacionalidad mexicana- israelí fueron entregadas por una juez a su padre a pesar de que ellas deseaban quedarse son su madre en México. Las niñas fueron entregadas al papá, quien tiene la custodia y pretende llevarlas a Israel.
En entrevista sobre el tema, la encargada de despacho del organismo, Claudia Rivera Miranda, dijo que no tienen registrados directamente casos de violencia vicaria “porque continuamente van cambiando los términos de las violencias, lo que sí tenemos identificados son los efectos de esas violencias estructurales que repercuten en sus hijas e hijos y también los atendemos, incluso a personas allegadas”.
Llamó a jueces, juezas y demás personas tomadoras de decisiones a actuar con perspectiva de género, tomando en cuenta esas desigualdades y visibilizar las carencias que impactan en el acceso a la justicia y en todo lo que ello implica.
Mencionó que el instituto está abierto a atender o dar asesoría legal a las mujeres que han denunciado los referidos casos de violencia vicaria en el TSJ y consideró que se podría desarrollar una labor interinstitucional para encontrar alternativas.
Destacó que el TSJ también forma parte del Sistema Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres e incluso tiene una unidad de género.
Comentó que en el citado caso de las niñas Gal y Maya, el instituto está recopilando los datos necesarios para identificar si hay oportunidad de apoyar a la familia y para conocer la forma en la que se está llevando a cabo el procedimiento.