Fernando afirma que lo más gratificante es recibir el reconocimiento de sus clientes

Fernando Castillo tiene una trayectoria de 25 años como chofer de taxi y afirma que lo más gratificante de su labor es recibir el reconocimiento de sus clientes y encontrarse con jóvenes profesionistas que, en su momento, los llevó a la escuela.

“En todo este tiempo que llevo como taxista he tratado con muchas personas, pero los casos que más recuerdo son de los niños que hace 20 años los llevaba a la escuela y que ahora son profesionistas. Es bonito encontrarse con ellos y que me digan ‘¿se acuerda que usted me llevaba a la primaria?’; me saludan y ahora me encargan a sus hijos”.

Esa confianza -afirma- no tiene precio y es muestra de que desempeña bien su actividad, pues los demás lo reconocen, por lo que sostiene que lo que se hace con gusto, no es trabajo.

En los más de 20 años que lleva al volante -comentó- ha recibido diferentes cursos de capacitación que le han ayudado a mejorar en su labor diaria.

Por ejemplo, dijo, hace lo posible por brindar un excelente servicio, que va desde la atención al pasajero, como abrir la puerta y ayudarle con sus bolsas al momento de llegar a su destino, así como cuando va a recoger a un cliente tocar el timbre de su casa en lugar del claxon.

Todos esos detalles, considera, son puntos clave para que el usuario sienta la confianza de viajar en una unidad del transporte público.

“Algunos piensan que porque estamos sentados mucho tiempo es un trabajo muy fácil, pero es todo lo contrario porque tenemos que batallar con el clima, con el tráfico y las diferentes actitudes de la gente; día a día nos enfrentamos a todo esto, pero lo hacemos con mucho gusto”.