Gonzalo impulsa a sus hijos a continuar con sus estudios

Hace 13 años, Gonzalo Espinoza llegó a vivir a Morelos y desde entonces trabaja como checador de rutas, porque dice que sus ingresos le alcanzan para solventar los gastos de su casa.

Es originario de Michoacán y refiere que la falta de empleo en ese estado lo obligó a emigrar a Morelos y encontró trabajo en la Ruta 3, donde se ha mantenido porque tiene la responsabilidad de mantener a su familia.

Su primer día como checador -indicó- fue un poco difícil, pues no sabía cómo registrar el tiempo de diferencia de los conductores y, además, se le juntaban varios al mismo tiempo por lo que algunos los dejó pasar sin avisarles sobre los minutos de diferencia.

De su labor -apuntó- hay días en los que reúne hasta 300 pesos, pero a veces no junta ni 100 pesos, pues solo registra el tiempo de diferencia que llevan los operadores de la Ruta 3. Por ejemplo, señaló, en los meses más fuertes de pandemia solo trabajaba entre dos y tres días.

Si bien en lo económico no le va mal dijo que por su labor de calle está expuesto a sufrir un accidente vial, como le ocurrió hace tiempo cuando un automovilista se impactó con un poste frente a él.

“Es una labor arriesgada porque estamos expuestos a los accidentes. Una vez un camión me aventó, gracias a Dios no pasó a mayores porque primero chocó con el poste, pero si no estuviera el poste no sé qué hubiera pasado”.

Aunque Gonzalo no tuvo la oportunidad de continuar con sus estudios señaló que le hubiera gustado ser abogado. Por eso, impulsa a sus hijos a estudiar porque considera que solo con estudios se puede conseguir un empleo bien remunerado.

“Estudié hasta quinto de primaria, no pude seguir porque no había dinero en la familia, pero a mis hijos les digo que le echen ganas; lo único que les puedo dar es el estudio”.