Ayer, con el cierre de calles en el centro de Cuernavaca, se “quemó” más de diez minutos.
Gustavo Valladares, quien trabaja como operador del transporte público, asegura que el cierre de vialidades afecta drásticamente sus ingresos económicos, pues disminuyen los pasajeros.
Se dijo molesto por las manifestaciones y cierres de calles porque, al tener que buscar vías alternas, se “quema” varios minutos, como ocurrió ayer, cuando se atrasó más de diez minutos para llegar con el checador.
Señaló que gracias a que sus colegas también “se quemaron” (llegaron tarde), su patrón perdonó este pago, pues la manifestación afectó a todos los operadores que circulan en las inmediaciones del centro de Cuernavaca y del mercado Adolfo López Mateos.
“A mí me afectó el cierre de las calles porque tardé más tiempo en llegar a checar, tardé más de lo normal, y aunque esta vez no pagamos los minutos quemados, sí nos afecta porque no hacemos el mismo número de recorridos”.
Gustavo, quien tiene una trayectoria de dos años como conductor de “rutas”, expresó que en otras ocasiones ha tardado más de 20 minutos en llegar a checar el tiempo de diferencia que lleva con sus compañeros, lo que pone en riesgo sus ingresos.