Arturo afirma que hay días en que pierde hasta 150 pesos por los descuentos a los adultos mayores.
Arturo Cano trabaja desde hace 24 años como operador del transporte público y afirma que en ocasiones ha perdido hasta 150 pesos en un día por respetar los descuentos a los adultos mayores, ya que es una prestación social que pagan los choferes.
Dijo que a veces suben a su vehículo hasta 40 personas en un recorrido, pero no todos muestran su credencial del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) y cuando les hace la observación se molestan y responden de manera agresiva.
“Siempre hay quejas y a veces hasta groserías, principalmente de los adultos mayores, porque hay mucha gente mañosa que se sube, paga cinco pesos y no traen credencial, y cuando se les dices algo te dicen ‘se me olvidó’; es gente mañosa porque no van a tramitar su credencial y piensan que el gobierno paga la mitad de su pasaje, cuando no es así”.
De acuerdo con el trabajador del volante, hay días en los que llega a su casa con 100 pesos en su bolsa, debido a que cada jornada tiene que reunir 600 pesos para entregar la cuenta a su patrón y entre 700 y 800 para comprar el combustible.
Algunos patrones -indicó- exigen la cuenta al chofer sin importar que tuvieron un día flojo en cuanto a ingresos y cuando no pueden completar el dinero para la cuenta esta se queda pendiente para el siguiente día.
“Los pasajeros también me han dicho que el camión está sucio o se quejan porque se llega a descomponer. Nos dicen que subimos la tarifa y el camión se descompone a medio camino”.