Roberto afirma que a veces tarda hasta dos horas para encontrar un cliente.
Trabajar como chofer de taxi ya no es negocio, afirma Roberto Martínez, quien asegura que a veces tarda hasta dos horas para encontrar un cliente y hay días en los que llega a su casa solo con cien pesos en la bolsa.
El trabajador del volante asegura que diariamente labora alrededor de 12 horas y sin descansar ni un día a la semana.
“El taxi no es un trabajo con el cual se pueda sobrevivir, es como una tienda que nomás da para ir comiendo y ahorita la situación económica está difícil, porque tenemos que juntar el dinero para la gasolina, el mantenimiento del carro y un poco para los gastos de la casa”.
Por esa situación -indicó- ha pensado en dejar esta actividad a la que se dedica desde hace cinco años. Sin embargo, considera que es poco probable encontrar un empleo formal.
De acuerdo con el entrevistado, hay días en los que con mucho esfuerzo logra realizar entre siete y ocho viajes, pero en ocasiones tiene que esperar hasta dos horas estacionado, pues el hecho de salir a buscar pasaje implica gastar el combustible.
“Antes hacía viajes largos, la gente pedía el servicio a otros estados y ahora ya no salen, o si salen se van en el camión, porque la situación económica está difícil y luego con las vacaciones en la escuela baja un poco más la demanda del taxi”.
En otros años ganaba al día entre 400 y 500 pesos libres, pero ahora en ocasiones con mucho esfuerzo logra juntar entre 150 y 180, por lo que a raíz de la pandemia se tuvo que endeudar para enfrentar toda la crisis económica.