Afirma operador que a veces tiene que dar hasta 50 descuentos en un día.
“El descuento a los adultos mayores lo pagamos nosotros. A veces por eso no los levantamos, pero también es cierto que en ocasiones no muestran su credencial, se suben a la ruta y nos dan cinco pesos y ya”, dijo Jorge Pedraza García, operador del transporte público desde hace 30 años.
El trabajador del volante afirma que ha contado a las personas de la tercera edad que suben a la unidad que conduce y se ha percatado de que en toda su jornada han abordado hasta 50 usuarios con credencial del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam).
Sin embargo, dice que no todos muestran el documento y cuando les hace la observación se molestan algunos responden de manera agresiva.
Aunque no ha hecho la cuenta de cuánto dinero deja de percibir por respetar los descuentos, refirió que sí le afecta en sus ingresos.
“A veces se suben de 10 a 15 tarjetas por vuelta (recorrido) y a veces son hasta 50 al día. Por eso se quejan de esta línea de transporte, porque dicen que los esquivamos o que no nos paramos, pero es porque a veces ya llevamos hasta ocho personas con descuento”, argumentó Jorge Pedraza.
El entrevistado recordó que hace unos meses una señora de la tercera edad lo insultó e intentó darle tres bofetadas porque sus colegas hicieron caso omiso cuando les hizo la parada en Altavista, pero, a decir del operador, no se detuvieron porque estaba sentada en una jardinera, por lo que no se imaginaron que quería subir a la “ruta”.
“Ella me alcanzó en un taxi, se subió a la ruta y me tiró tres trancazos, y los esquivé. Después empezó a insultarme y los pasajeros le dijeron que se controlara y se sentara, y al otro día vino y me ofreció disculpas por lo que había hecho y me contó lo que le había pasado, pero ella no buscaba quién se la hizo sino quién se la pague”.