Marcos -abogado de profesión- asegura que por necesidad trabaja desde hace 20 días como chofer de taxi para hacer frente al desempleo por causa de la pandemia.
Dijo que perdió su empleo en octubre de 2020, por lo que se dedicó al comercio.
Empezó a vender productos alusivos a la temporada de Día de Muertos y de Navidad, y posteriormente compró ropa y calzado para ofrecerlo por medio de las redes sociales y así se mantuvo hasta que encontró trabajo como taxista.
Cuenta que su jornada es de 12 horas y cuando le va bien en ese lapso logra realizar de 15 a 20 viajes, pero a veces apenas consigue ocho en todo el día.
Sus ingresos económicos varían mucho, aunque diariamente tiene que reunir 250 pesos para entregar la cuenta y otro tanto para comprar el combustible del vehículo.
“Yo tenía un trabajo estable, pero llegó la pandemia y me despidieron. Me pidieron la renuncia y nunca me explicaron por qué, así que me puse a vender por medio de las redes sociales y también tenía un puesto afuera de mi casa”.
Marcos comentó que buscó trabajo en el taxi porque cuando estudiaba en la preparatoria uno de sus tíos, que falleció hace tiempo, le enseñó a conducir y de vez en cuando le prestaba el taxi para trabajar.
“Cuando estaba estudiando trabajaba en el taxi por gusto y ahora lo hago por necesidad, mientras encuentro un trabajo sobre lo que estudié”.