Ricardo asegura que le gusta prestar un buen servicio a los pasajeros.

Mientras espera su turno de salida en la base, Ricardo aprovecha el tiempo para limpiar el vehículo de la empresa Autobuses OMSA Chapultepec que conduce desde hace nueve años, porque dice que le gusta prestar un buen servicio a los pasajeros.

“Me gusta que el carro esté limpio, aunque por fuera no puede estar limpio todo el día, por lo menos por dentro me gusta que se vea bien, que huela bien y que la gente diga ‘gracias chofer porque traes limpio tu carro’; me gusta que vayan a gusto”.

Además de que la unidad debe estar limpia señala que la actitud es lo más importante, pues diariamente tienen que lidiar con el tráfico vehicular y con el mal humor de la gente, por lo que -considera- no puede trabajar enojado.  

“Siempre hay que mantener una actitud positiva. Todos los días pongo mi vida en manos de Dios y a echarle ganas”, refiere Ricardo, cuya jornada como operador del transporte público es de 15 a 17 horas diariamente.

Para mantenerse despierto -apunta- antes de empezar su día desayuna una taza de café y una pieza de pan dulce.

Todos los días se levanta a las cuatro de la mañana para salir a trabajar y termina alrededor de las 10 de la noche.

“Lo que me mantiene despierto es la música y mi cafecito en la mañana, pero creo que también es importante la buena actitud; hay que disfrutar lo que hacemos y dar lo mejor todos los días. A mí siempre me ha gustado manejar y disfruto cada recorrido que hago”.

A decir de Ricardo, una de las ventajas de ser chofer es que recibe su paga diariamente, aunque una desventaja es que se malpasan, trabajan largas jornadas y a veces solo duermen de tres a cuatro horas.