Han reducido capacidad en camas, servicios y personal, y en algunos casos han cerrado, expone presidente de la Asociación de Hospitales Privados del Estado de Morelos.

Debido al incremento de los costos de sus insumos, las clínicas particulares han reducido su capacidad en camas, servicios y personal y en tres casos han tenido que cerrar.  

El presidente de la Asociación de Hospitales Privados del Estado de Morelos, Misael Arroyo Hernández, expuso que la inflación ha impactado fuertemente en el gremio.  

“La cuestión económica dentro de la medicina privada en nuestro estado sí se ve limitada, porque los insumos y los equipos con los que debemos mantener actualizada la atención a nuestros pacientes son caros; por ejemplo, los equipos de laparoscopia rondan los 300 mil pesos y tenemos que estarlo actualizando cuando menos cada dos años; eso llevado a un paciente no es bueno o posible. De ahí que se han estado demeritando un poquito los ingresos”, expresó al líder de la agrupación.  

Rechazó la interpretación que han dado las autoridades federales de salud respecto a la estadística oficial, según la cual durante la pandemia creció el número de personas que optó por ser atendidos por covid en hospitales privados.  

Sostuvo que fue equívoca la información manejada por las autoridades por varios factores: el primero porque los hospitales públicos, en las olas o los picos más altos, estuvieron saturados y a la gente no le quedaba opción.  

Además, dejó en claro que las autoridades se refieren a los consultorios que se ubican junto a las farmacias y no a los casos que requerían hospitalización, ya que la mayoría de los hospitales y clínicas particulares no contaba con la infraestructura y demás medidas e insumos para dar la atención adecuada a los pacientes con covid, cuyo costo era muy elevado.

En Morelos, sólo había dos clínicas que pudieron brindar este tipo de atención, porque cuentan con áreas de terapia intensiva.

Además, el entrevistado comentó que muchas personas no tendrían la capacidad económica de asumir el costo, pues se calcula que la  atención a un paciente con coronavirus costaría cuando menos ocho mil pesos por día.  

Arroyo Hernández admitió que en la mayoría de los 86 hospitales que forman parte de la asociación en el estado han tenido que reducir la actividad, por las condiciones económicas. Es decir, que han tenido que reducir el número de cirugías y las hospitalizaciones, así como el número de camas y recortar personal de rayos X, de laboratorios, entre otras áreas, pues todos los profesionales que necesitan son de alto perfil y sus remuneraciones son elevadas.