Alejandro López refiere que cuando tenía 13 años empezó a trabajar como lavador de camiones, pues desde pequeño soñaba con trabajar como operador, lo cual realizó al cumplir la mayoría de edad.
Recuerda que aprendió a conducir gracias a que tuvo un buen maestro, un familiar que trabajaba como conductor en una organización del transporte público.
“Me acuerdo que tenía 13 años cuando empecé a lavar camiones y después le pedí a un familiar que me enseñara a manejar y anduve con él hasta que aprendí sobre el manejo a la defensiva y otras cosas. Al principio se me complicó un poco, pero rápido le agarré el modo al volante, porque tuve un buen maestro”.
Con el paso de los años -apuntó- ha aprendido a desempeñar mejor su actividad; sin embargo, afirma que en ocasiones es estresante, dado que tiene que lidiar con los motociclistas que intentan rebasar y que pueden provocar accidentes.
Aunque dijo estar agradecido porque no se ha visto involucrado en percances automovilísticos, refirió que en su labor diaria se ha percatado de que los conductores de motocicletas “se meten por todos lados” y no respetan los señalamientos.
“Todos los días tenemos que lidiar con el tiempo, con el tráfico y con los motociclistas, que es lo más riesgoso porque se atraviesan a cada rato y aunque trato de librarlos porque pueden ocasionar accidentes ellos no piensan en eso y rebasan por cualquier lado”.