Tiene ocho años como checadora, única alternativa laboral ante su discapacidad
Para ella la vida no ha sido fácil: María Félix nació con una enfermedad en la pierna izquierda que le impide realizar cualquier actividad que implique permanecer de pie.
Ella desde hace ocho años trabaja como checadora de rutas, pero el dinero que obtiene es mínimo y no alcanza para atender su enfermedad. Además, de que por ser una labor informal no cuenta con prestaciones ni seguridad social.
"Tengo un hijo de 14 años que estudia en la secundaria y no puedo dejar este trabajo porque él depende de mí. Por eso digo que aquí seguiré hasta que pueda, porque tengo una discapacidad de una pierna, es un desgaste de hueso y cartílago que me impide caminar bien; aquí en la calle me paro para checar, pero me duele y me tengo que sentar", expresó.
Anteriormente, apuntó, trabajaba en una cocina económica en la base de una "ruta". Ahí se encargaba de preparar los alimentos para los operadores; sin embargo, tuvo que dejar esta labor para poder cuidar a sus padres, que estaban enfermos y luego fallecieron.
Tras el deceso de sus progenitores y al no poder retomar sus labores en la cocina, María dice que buscó trabajo en varias fondas, pero no fue aceptada por su edad, por lo que regresó a su labor en la calle, como checadora, donde obtiene entre 100 y 150 pesos diariamente en una jornada de 12 horas.
“Por la pandemia la situación económica está muy difícil y tuve que empezar a vender otras cosas, como zapatos y uniformes a los choferes, para tener un ingreso extra, porque hay operadores que me dan uno o dos pesos, pero a veces nada”.