Pedro trabaja como operador del transporte colectivo desde hace 32 años
Con una trayectoria de 32 años como operador del transporte público, Pedro Roque asegura que para ser un buen chofer lo más importante es la tolerancia, pues diariamente se encuentran con personas de todo tipo.
“Con lo que lidias es con el tráfico, lo demás es rutina porque hay pasajeros muy educados y otros que tal vez están de mal humor, pero con el tiempo aprendes a tratar a las personas y a ser tolerante, que es lo más importante para poder hacer bien el trabajo”, puntualiza Pedro Roque, en entrevista en la base de la “Ruta” 18.
Recuerda que empezó a trabajar en el transporte público mientras cursaba el tercer semestre de la licenciatura en arquitectura, pero dejó sus estudios porque su papá enfermó y al ser el hijo mayor consideró que su obligación era ayudar con los gastos de la casa.
Si bien, la idea era estudiar y trabajar al mismo tiempo, dijo que fue difícil porque el volante es demandante. Aunque meses después su progenitor regresó a la “ruta”, Pedro no quiso continuar con sus estudios pues le agarró el gusto al volante.
Pedro admite que es una labor cansada porque diariamente trabaja más de 12 horas, y, además, el volante es una gran responsabilidad; sin embargo, asegura que es un oficio noble con el cual ha logrado mantener a su familia.
Por ahora -dijo- seguirá en la “ruta” hasta que el cuerpo aguante, y cuando tenga que retirarse se dedicará al negocio que abrió junto con su esposa.