Desde hace más de 10 años Alfredo encontró en la “ruta” una forma honesta de ganarse la vida.
Sin embargo, para poder mantener a su familia ha hecho sacrificios, como quedarse a dormir en el vehículo con tal de ahorrarse unos pesos más.
“Es un trabajo complicado porque a veces tienes que dormir en el carro y ahí te tienes que bañar a jicarazos y si no quieres pasar frío te llevas una cobija. Además, hay carros incómodos con sillones de plástico en los que no te puedes acostar bien”, contó Alfredo.
En su caso -dijo- pernoctaba en el camión porque su jornada laboral terminaba a las once y media de la noche y para trasladarse a su casa tardaba más de dos horas, y la única opción era utilizar un taxi, que le cobraba entre 300 y 350 pesos, pues el viaje que tenía que hacer era de sur a norte.
Además, apuntó, al otro día su salida desde la base de la organización que se encuentra en Emiliano Zapata era a las 4:40 de la mañana o a las 8:00 horas, según el turno que le indicara su jefe.
Sin embargo, Alfredo no aguantó ese ritmo de trabajo y hace unas semanas se cambió a otra “ruta”, que tiene su base a unas cuadras de su domicilio.
“Estuve durmiendo en la ‘ruta’ como un año y cada 15 días me daban un día de descanso y me iba a mi casa a ver a mi familia. Ellos saben que lo hacía para ahorrar dinero, porque pagar taxi y las comidas son un gasto extra; busqué la forma de rentar un departamento con otros compañeros pero muchos no quieren porque lo que queremos es dinero”.