Sociedad

El escritor y el mezcal


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No todos los que beben son alcohólicos, no todos los alcohólicos beben. No todos los escritores beben, no todos los que beben son escritores. No todos quienes beben se emborrachan, aunque los borrachos bebieron.

Beber, para un adicto –alcohólico, borracho–, es un grave daño, pero no por lo que suela consumir, sino por la medida de lo mismo. Al parecer, Abraham Lincoln dijo algún día: “Es bien sabido que el problema con el consumo de alcohol se relaciona, no con el uso de una cosa mala, sino con el abuso de una cosa buena”.

Beber en sí no es algo perjudicial, aunque su consumo en México, por un lado está generalizado incluso en quienes dicen no beber, a la vez que es un estigma para quien dice disfrutarlo abiertamente. No es una falta ética ingerir bebidas alcohólicas, inventadas por el ser humano desde la época de los sumerios.

Además del arroz, las bebidas alcohólicas son algo que se consume en todo el planeta, desde las más sutiles hasta las más agresivas. ¿El alcohol para consumo humano es una droga? Sí y no. Es un producto procesado para su ingesta, que en bajas proporciones no causa mal en la mayoría de las personas adultas. No ocasiona estragos o adicción, a menos que se abuse de él.

Religiones y algunos regímenes prohíben el consumo, con base en el poder que les da su credo o mediante el argumento de las armas. Aquí están por igual gobiernos conservadores, como ciertas denominaciones protestantes. La prohibición extrema está en el islam, para quienes parece ser cosa del diablo. En todo caso, se toma al individuo como un títere, que no sabe pensar por sí mismo ni actuar con responsabilidad.

Beber con alguna frecuencia no te hace alcohólico, no es tan fácil adquirir el título. Beber mucho algunas ocasiones, tampoco. Beber poco diario, menos. Así que a relajarse, hace falta más para llegar a ser un verdadero dipsómano.

El alcoholismo fue un término inventado en el siglo XIX, que se refiere al consumo de la sustancia sutil, pero no solo eso (y de ninguna forma solo por ello), si, y solo si, se asocia con desórdenes psíquicos, sensoriales o de otro orden. Es alcohólico quien bebe y además tiene trastornos biológicos, psicológicos, sociopáticos o espirituales. También hay quien lo considera solo un síntoma.

Hasta ahora no he dicho que el abuso del alcohol tenga ventajas, solo que vale la pena no satanizar por medio de prejuicios algo que, per se, no tiene líos. Beber poco tampoco soluciona nada, está claro. Y no beber no es una solución, acaso un paliativo.

Beber es malo cuando no se sabe hacerlo: consumir bebidas embriagantes con moderación puede ser relajante y hasta aporta algún beneficio menor, que, huelga decirlo, tampoco resulta indispensable para la vida humana.

La combinación de beber en exceso con los siguientes factores es peligrosa y puede implicar delitos: beber y conducir, criar a un hijo en ebriedad, alcoholizarse y ser infiel, tener sexo en ese estado, combinar bebida con armas, subir o bajar cerros, neurosis descontrolada, combinar con drogas ilegales, votar por partidos de derecha, volver con tu ex, faltar al trabajo. Alcohol más estulticia dan como resultado violencia, muerte, destrucción, pérdida, traición, enfermedad.

Beber puede ser un gusto, si se hace con medida, moderación, calma. Los extremos son fáciles de ver: quienes se espantan por la bebida y no la toman nunca, y quienes se entregan a la beodez con ahínco. El ser humano tiene la capacidad y la libertad para decidir cómo autodestruirse o cómo protegerse del mal. Es decisión y práctica de cada quien, pero no es el alcohol, sino los problemas no resueltos, lo que hacen peligrosa su ingesta.

Es chocante cuando en determinados contextos quieres tomarte un trago (no 10 ni 20) y te miran flamígeros y moralistas, como si mataras un bebé delfín a palazos. ¿No te gusta beber? No lo hagas, no estás obligado a hacerlo. ¿Te gusta beber? Hazlo si puedes, cuando se te dé la gana y no hagas tonterías. Deja de criticar a quien bebe responsablemente.

¿Y el mezcal? Es una bebida deliciosa, con gran tradición y gusto intenso, que vale la pena aprender a beber, siempre con moderación. ¡Salud!

#danielzetinaescritor #elmezcal #beberydisfrutar

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Daniel Zetina

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