José Luis Trujillo Morales asegura que dentro de unos meses podría dejar el volante -luego de 20 años como operador del transporte público- y para hacer frente a los gastos de su casa ha pensado en abrir un taller mecánico, pues tiene conocimiento del tema.
“Tengo estudios en mecánica y me pienso dedicar a eso cuando deje la ‘ruta’. Todavía no sé si buscar trabajo en un taller o abrir mi negocio, pero creo que el próximo año ya dejo este trabajo para estar con la familia”.
El entrevistado dijo que tomó esta decisión porque, en su momento, su familia le llegó a reclamar el hecho de que estuvo ausente en fechas importantes por cumplir con su responsabilidad laboral.
De su labor como chofer, apuntó es un poco estresante, pues en ocasiones tiene que lidiar con los adultos mayores que se niegan a pagar el 50 por ciento de su pasaje.
“Los pasajeros a veces se ponen mal porque pagan lo que ellos quieren y a veces nos dan menos de la mitad del pasaje, que es lo que tienen que pagar, y algunos se quejan porque dicen que manejamos feo”.
Pese a esas inconformidades, el entrevistado aseguró que en los 20 años que tiene de servicio ha tomado al menos siete cursos de capacitación en los cuales le han hecho hincapié en el trato al usuario.
Sin embargo, reconoció que hace falta más capacitación para los trabajadores del volante, porque a veces se les olvida cómo deben realizar su actividad.
“A veces a uno se le olvida y no lleva a cabo bien su trabajo. Por ejemplo, a uno se le olvida que no tiene que correr con el carro, pero tenemos competencia de los demás y también lo hacemos porque cuando hay mucho tráfico lo que menos queremos es pagar multas que son 50 pesos por ‘minuto quemado’, (por no llegar a tiempo con el checador)”.