Hace dos años y medio Víctor Rojas empezó a trabajar como operador del transporte público, por influencia de su papá, Darío Rojas, quien lleva años como conductor de autobuses.
Los recuerdos que tiene Víctor de su progenitor es que cuando era niño eran pocos los momentos que pasaban juntos, hasta que su mamá empezó a llevarlo con él a su trabajo y ahí le agarró gusto a este oficio.
“No era muy apegado a mi papá porque él es chofer desde hace muchos años, pero mi mamá me empezó a llevar con él y ahí me di cuenta de que quería ser chofer. Estuve en otros trabajos, pero hace dos años y medio empecé a manejar y le conté a mi papá, me dio ánimos; me dijo que le eche ganas y que haga lo que me gusta”.
Aunque está a gusto en este oficio señaló que quería seguir estudiando, pero la falta de recursos económicos en su familia lo orilló a buscar trabajo. Empezó en un taller de motocicletas, luego en uno de hojalatería, después como chofer en la línea de transporte “Mariano Matamoros” y actualmente está en la Ruta 16.
“Tenía ganas de trabajar aquí, mi papá me decía que ser chofer es cansado, pero estuve en otros trabajos y no me gustó porque me la pasaba encerrado mucho tiempo. Además, dejé la escuela porque veía a mis papás muy apurados con el dinero; sabía que no había recursos para que siguiera estudiando porque somos siete hermanos, así que decidí empezar a trabajar”.
Para ser chofer -afirmó Víctor- aprendió un poco de su papá, pero la mayor parte de sus habilidades en el transporte se lo debe a sus colegas.
Dentro de dos años -dijo- buscará trabajo como conductor de alguna empresa formal de autobuses, para tener seguro social y prestaciones.