Jorge, quien trabaja como chofer de taxi desde hace diez años, señaló que en las últimas dos semanas ha observado una disminución en la demanda del servicio, por lo que supone que se debe a la ola de calor que las personas deciden no salir a la calle.

Como ejemplo, dijo que el miércoles con mucho esfuerzo logró realizar ocho vamos ajes en una jornada de diez horas, cuando en otros meses hacía hasta el doble.

Señaló que diariamente recorre varios municipios del estado en busca de clientes, pero su base principal es el mercado Adolfo López Mateos, donde las amas de casa hacen sus compras; sin embargo, en ocasiones tiene que esperar más de media hora para encontrar un cliente.

“El servicio bajó mucho desde la pandemia y también afecta un poco el servicio de plataforma, pero en las últimas dos semanas he visto que ha bajado más, creo que es por el calor que la gente ya no sale. Por ejemplo, el miércoles solo hice ocho viajes en todo el día”. 

El trabajador del volante contó que en los primeros meses de la pandemia dejó de trabajar durante veinte días porque no había gente en las calles y solo gastaba el combustible del vehículo, pero gracias a que tenía dinero ahorrado pudo solventar los gastos de su casa.

Antes de ser taxista trabajó como operador del transporte público, pero lo dejó porque cada día era más estresante lidiar con los pasajeros. Además, dijo que trabajaba más de doce horas diarias y en ocasiones con mucho esfuerzo reunía el dinero para la cuenta y el combustible. 

“La ‘ruta’ es más estresante y más responsabilidad, además, terminas de trabajar muy noche y ya no se gana bien y en el taxi la ventaja es que soy dueño del carro, así que no tengo que entregar cuenta”.