Las barras de conteo de pasajeros que se colocaron en algunas unidades del transporte público afectan considerablemente los ingresos del operador, pues cada vez que timbra, el sistema cuenta un pasaje más, aunque en ocasiones solo se trata de las bolsas de las personas que obstruyen los sensores.
Así lo afirmó José Luis Hernández Castillo, chofer desde hace 27 años quien dice que por esa situación sus ingresos han disminuido, además del perjuicio que recibe por las personas que no pagan o que pagan la mitad porque tienen la credencial de adultos mayores.
“El hecho de traer barras implica muchas cosas: hay que cuidar que la gente pase bien y que no se quede en la puerta, porque cada vez que suena, el sistema está contando pasajes y a veces solo es la mochila de las personas o los niños que no se apuran, y ese dinero lo tiene que pagar el operador”.
Dijo que por ese motivo y después de 14 años, dejó su trabajo en la Ruta 20, luego de que la organización cambió el sistema de trabajo; es decir, pasó de la entrega de una cuenta al sistema de conteo de pasajeros con barras.
Actualmente, José Luis Hernández trabaja en la Ruta 17, donde diariamente entrega una cuenta y el dinero para el combustible, pero señaló que también le afecta aplicar los descuentos a las personas de la tercera edad y los recesos escolares, debido a que lo fuerte del transporte son las escuelas.
Sin embargo, no ha pensado en dejar el volante, pues piensa que sin estudios es difícil encontrar trabajo.
Aunque José Luis no tuvo la oportunidad de estudiar, dijo que a sus hijos les dio estudios hasta donde ellos quisieron y el varón trabaja como ayudante de cocina, y hasta ahora no ha mostrado interés por trabajar en la “ruta”.