Prefiere estudiar.
Aunque en el receso escolar Eduardo Farías trabaja como operador del transporte público, no es un oficio al que quiera dedicarse toda su vida, pues ha comprobado que es una labor cansada y por eso estudiará administración de empresas.
“El volante me llama la atención y empecé hace dos días, porque me aburrí en la casa. Terminé el Cetis y en lo que entro a la universidad me pongo a trabajar, pero no es a lo que me quiero dedicar, porque ser chofer es pesado; es estresante por el tráfico, porque trabajamos con minutos y a veces la gente también te estresa”.
Señaló que el gusto por el volante es de familia, pues su papá y su hermano también son operadores del transporte público. Por eso en temporada vacacional trabaja en la “ruta”, para no estar de ocioso en su casa.
Asegura que se ha encontrado con todo tipo de pasajeros, desde los que le agradecen por el servicio hasta los que se molestan porque no detuvo el camión donde ellos quieren. Incluso algunos pasajeros lo han insultado.
Eduardo contó que sus primeros días como chofer fueron de estrés porque no es fácil manejar y cobrar al mismo tiempo, algo que requiere de práctica.