“El derecho a la ciudad es mucho más que la libertad individual de acceder a los recursos urbanos: es un derecho a cambiarnos cambiando la ciudad.”
David Harvey
La justicia es un término muy escuchado en la sociedad, pero cabe destacar que en muy pocas ocasiones es bien entendida por nosotros.
Justicia es un conjunto de valores basados en su sociedad y el Estado; valores como el respeto, la equidad, igualdad y la libertad. A pesar de que, México es un país democrático que fundamenta sus acciones en la justicia, esto no siempre es llevado a la práctica correctamente y hablando en todos los sentidos, desde lo personal, político, social y urbano.
Con base en lo anterior, podemos tener una idea del concepto “ciudad justa”, introducido por la teórica estadounidense Susan Fainstein.
Ciudad justa es el concepto que nos ayuda a comprender y ayudar a las ciudades, en específico, las latinoamericanas.
Con la creciente mercantilización y los problemas de desigualdad social y urbana es preciso pensar en términos como justicia, elementos básicos que nos proporcionan las herramientas correctas para elaborar políticas públicas en pro de los ciudadanos. Acorde a la teórica Fainstein, el concepto debe traducirse en políticas públicas sobre el espacio urbano.
La ciudad justa apunta hacia una orientación urbana y social distinta de la que hemos venido trabajando. El nuevo urbanismo contempla hacer las preguntas correctas, pero, sobre todo, entender a la gente desde la perspectiva personal; centrar los recursos en políticas públicas que combatan la inequidad “crónica” de casi todas las ciudades de América Latina. Sin embargo, hay que marcar un cambio de pensamiento y práctica entre el urbanismo que se ha venido usando en los últimos años, en el que se orientan las labores al desarrollo económico.
La justicia en nuestro país esta tan mal aplicada que, en su mayoría, es injusta. Las ciudades son el claro ejemplo de este término, entonces ¿Qué es justo para la ciudad? La pregunta no es sencilla, la base se debe desplantar desde la labor política e incluso más que lo social. La justicia en el urbanismo debería ser un sinónimo de igualdad, equidad y respeto mutuo entre sociedad, Estado y ciudad.