La Academia de Ciencias de Morelos aportará su punto de vista en torno al contenido de dichos materiales en lo referente a las ciencias.

Ante la polémica por los nuevos libros de texto gratuitos (LTG), la Academia de Ciencias de Morelos (Acmor) realiza un análisis de los ejemplares que elaboró la Secretaría de Educación Pública, con el fin de aportar una visión sobre el contenido en lo que se refiere a ciencias; además, la asociación publicará una fe de erratas abierta a consulta para dar a conocer los errores encontrados y su corrección, así como información adicional.

El presidente del organismo, el doctor Alejandro Sánchez Flores, recordó que uno de los ejes de la Acmor es promover la formación científica, así como la divulgación de la ciencia. En este sentido, la agrupación acordó generar un espacio de participación, con el análisis en el área de su principal interés.

Mencionó que en este primer equipo participan varios de quienes integran la Acmor, investigadores que cuentan con posgrados de reconocido prestigio y alto nivel académico y expertis en diversas áreas de las ciencias, la mayoría con larga experiencia docente.

Explicó que los científicos formaron este equipo y se distribuyeron los grados escolares para su revisión; comenzaron con esta tarea hace apenas unos días; cada uno de los seis grados de primaria cuenta con cinco o seis libros y cada ejemplar tiene entre 150 y 200 páginas, por lo que la labor apenas comienza.

“Obviamente la educación durante mucho tiempo ha incluido esta parte del pensamiento, el científico y nuestro propósito es contar con elementos para evaluar los libros… sabemos que hay componentes ideológicos, pero como ACMor, no es nuestro fin el criticar o no ese aspecto… creemos que es pertinente aplicar el dicho de zapatero a tus zapatos y enfocarnos en la información de ciencias” abundó.

Dijo que desde las primeras lecturas ya han encontrado diversos errores tanto en contenidos como en ortografía, por ejemplo, en matemáticas básicas, en ciencias naturales o de la tierra, así como fallos en algunos ejercicios además de que no se incluyen o se omiten conocimientos mínimos que deberían ser impartidos en esa etapa de formación, entre otros temas ya analizados.

Puso como ejemplo que en el contenido sobre astronomía, hay una imagen donde se pone a la Tierra en la órbita de Júpiter, lo que es incorrecto.

Sánchez Flores consideró que el hecho de encontrar desde esta temprana etapa del proceso varios errores, ya da lugar a dudas razonables sobre la forma en la que se elaboraron los LTG, y cuando menos hace que se cuestione la participación de los involucrados.

“Uno desearía que cualquier libro esté libre de errores, con mayor razón si se trata de libros de texto…así como la metodología utilizada antes de su impresión masiva” opinó en lo personal.

El presidente de la Acmor comentó que como agrupación decidieron analizar también algunas fallas o críticas que se han publicado en internet, para verificar su autenticidad y hacer un ejercicio de contenidos de fondo.

Dijo que al final lo que se busca es dejar en algún sitio, como una página de internet aparte que sea de acceso público, como proyecto de ciencia ciudadana, con el fin de contribuir a corregir esas erratas y que se ofrezca la información veraz, comprobada científicamente, a la que podrían recurrir maestros, padres de familia y en general la población.

Esto permitiría que independientemente de que se distribuyan o no los libros –-pues siguen en curso varios amparos para que no se entreguen a loa estudiantes- exista un espacio de consulta y colaboración.

Lo que interesa es el conocimiento, más allá de críticas sobre políticas educativas en turno, y sin tintes de otro tipo, añadió.

Explicó que más adelante, a través de una plataforma digital, podría quedar abierta la posibilidad de que al análisis hecho por los integrantes de la Acmor se sumen otras aportaciones, que pasarían por una revisión, para verificar que esos contenidos estén verificados con cierta metodología.  

En ese sitio o página podrían hacer aportaciones los propios docentes cuando hayan conocido los libros y sus contenidos. También podría ser una herramienta útil para padres de familia.

En lo personal, el investigador del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México opinó que los materiales muestran que se trata de un modelo educativo diferente al que se conocía desde hace muchos años.

“Esto no es bueno ni malo. Lo que vemos es que es un modelo pedagógico diferente y el problema que vemos es que, si la formación de docentes no es suficiente, entonces su aplicación no será eficaz. Es decir, sin tacharlo de malo o bueno, podría ser perfecto o muy bueno, pero si los profesores no están entrenados, si fueron educados en el modelo pasado y no hay un proceso de actualización o capacitación real, entonces esta herramienta no podrá ser utilizada bien por los maestros”, subrayó.

De acuerdo con la doctora Brenda Valderrama Blanco, integrante de la Acmor, titular del área académica del IBt de la UNAM e investigadora, el enfoque en los LTG implica el nuevo modelo educativo, en el cual no habrá materias sino campos formativos; se describen ejes articuladores y en cada una de las lecciones en los libros caen en esas áreas.

Como resultado de una primera observación, consideró que el modelo es complejo y no será fácil su ejecución, pero sobre todo expresó su preocupación por la utilización de los libros por los padres de familia.

Además, consideró que es preocupante que el libro del docente, por ejemplo, en el caso de los libros de sexto grado, hay un gran contenido ideológico y no se considera de manera importante la calidad. En su concepción, refirió, se da prioridad a crear “ciudanía” pero a costa del conocimiento científico. Mencionó que desde su punto de vista ambos principios no están contrapuestos, pues es factible formar en capacidades y habilidades sociales y adquirir conocimientos científicos y tecnológicos.

Anotó que al omitir los conocimientos científicos básicos, se corre el riesgo de que infantes y jóvenes formados en este nuevo modelo se queden en rezago, mientras siguen de manera acelerada los avances tecnológicos y un gran porcentaje de la generación de empleos está orientada justamente en éstas áreas. La brecha salarial en los puestos de trabajo se abre entre jóvenes que cuentan con estos conocimientos y los que no están capacitados en áreas tecnológicas.

Valderrama Blanco consideró que es fundamental que haya actualización de contenidos temáticos por generaciones, pero insistió en que se debe incluir el conocimiento científico, que es la base de una formación sólida.