Las primeras modalidades habitacionales características del Siglo XX en México se dieron con la vivienda social, una tipología enfocada al sector laboral e industrializado del México moderno que instauró el derecho a la salud, la educación y la vivienda.

Para México, el siglo pasado estuvo lleno de cambios políticos y sociales que, con su rápido crecimiento económico y su modernización industrial, obligó a las ciudades a tener un aumento poblacional que demandó nuevos espacios habitacionales.

Fue hasta el año 2000 que el tema de la vivienda social tuvo un parteaguas en el país. El discurso político del gobierno entrante tendría grandes cambios en su estructura, cambios que derivarían en el “bienestar” de toda la sociedad.

Con el gobierno de Vicente Fox comenzaría una política que daría inicio a un proceso de construcción masiva de viviendas. El énfasis que adquirió la política pública de vivienda fue demasiado extenso, tanto que llegó a estar presente en dos administraciones, la de Fox y la de Felipe Calderón.

Este origen que podría tener un trasfondo noble, se convirtió en una de las políticas públicas más desiguales del país. El primer paso del presidente Fox fue introducir cambios al instituto encargado de otorgar el financiamiento para la construcción de vivienda social: el Infonavit.

El encargado del Infonavit para dar legalidad a la encomienda del presidente fue Victor Manuel Borrás, dirigente de un pequeño grupo de funcionarios procedentes del sector privado, quien estuvo al frente desde el año 2001 al 2012. Además, el gobierno foxista creó la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) en 2001 y el Consejo Nacional de Vivienda (CONAVI), esta última encargada de coordinar la política de vivienda.

Parte del error se centró en desarticular las labores que en años anteriores tenía el Infonavit. Fue el año decisivo en que el instituto dejó de construir vivienda social, cediendo la bandera al sector privado. Es el momento tajante en que toda la burbuja inmobiliaria explotó, millones de créditos se otorgaron a través de las financieras públicas con o sin historial crediticio, ingresos mínimos, sin referencias, es decir a cualquier persona que tuviera acceso al crédito que, con su nuevo esquema de otorgamiento crediticio generaban una deuda impagable para el derechohabiente. Los más favorecidos fueron las constructoras privadas como casas GEO o Consorcio ARA. Su patética industrialización de la vivienda de interés social provoco ghettos.

Sin embargo, el sector inmobiliario seguía llenando sus bolsillos a costa de los mas necesitados.

El origen del problema es una serie de decisiones que se tomaron en aquellos años, decisiones que hoy en día han provocado desigualdad social e incontables fenómenos urbanos en las principales ciudades del país, sin contar el enorme déficit habitacional provocado por una mala administración y una política pública mal implementada.