Hace tiempo leí un artículo bastante interesante en la plataforma digital sobre arquitectura y urbanismo Archdaily. El artículo me hizo reflexionar sobre la gran oportunidad laboral que los arquitectos podemos tener en diferentes campos e, incluso, en campos científicos, como es el caso que a continuación les presento.
El artículo es acerca de la “Arquitectura Forense”. El término por sí mismo es muy relevante. Pocas veces escuchamos la palabra forense, ahora menos, las palabras “arquitecto forense”. Curiosamente nosotros los arquitectos podemos trabajar en este campo, pero ¿qué es la arquitectura forense? Se trata del estudio del entorno construido, ya sea en el contexto del crimen y la injusticia, o como parte de una investigación para identificar las causas subyacentes del daño y deterioro de los edificios. Los arquitectos forenses suelen ser convocados para detectar problemas potenciales y ofrecer recomendaciones para prevenirlos. Su función es mantener una posición neutral, identificar fallos en la construcción, determinar posibles causas y proponer soluciones. Deben recopilar evidencia objetiva que pueda ser útil para futuras construcciones o que responda a interrogantes relacionadas con un entorno construido específico (Archdaily, 2022).
Un reconocido arquitecto de este medio es Eyal Weizman, fundador de la empresa Forensic Architecture, en el año 2010.
Acorde al artículo presentado por Archdaily, Weizman utiliza el entorno construido de las escenas del crimen como una herramienta para investigar los delitos que incluyen no solo delitos del fuero común o federal, sino derechos humanos y violaciones por parte del estado y empresas privadas, que han infringido normas ambientales o de otra índole que provocan severos daños a la humanidad.
El trabajo de Forensic Architecture tiene sede en Inglaterra y, en conjunto con la Universidad de Londres, conforman un equipo multidisciplinario que incluye no solo arquitectos, sino cineastas, abogados, sociólogos, periodistas y científicos, y en conjunto tienen la capacidad de evolucionar en el mundo tecnológico para dictaminar crímenes que muchas veces no podrían estar resueltos.
Existe un principio de investigación forense llamado "principio de mirar con atención", y afirma que cada contacto deja un rastro. Debido a que muchos de los delitos que la arquitectura forense analiza hoy en día suceden dentro de las ciudades, y de los edificios, la arquitectura se convierte en el medio que conserva esos rastros.
Eyal Weizman