Aunque está cansado, seguirá al volante hasta que el cuerpo aguante.
Martín Navarro, quien trabaja como operador del transporte público, señaló que gracias a que recibe la pensión para adultos mayores del gobierno federal puede solventar los gastos de su casa, pues sus ingresos como chofer cada día son menos.
Su trayectoria al volante -dijo- es de 40 años y aunque su cuerpo le exige un descanso, no puede darse el lujo de dejar este oficio, porque difícilmente encontraría otro trabajo.
“Ya estoy cansado, así que descanso dos o tres días a la semana. Cuando empecé trabajaba todos los días, pero el cuerpo ya no aguanta lo mismo que antes. Afortunadamente, tengo el apoyo del gobierno federal y con eso la vamos pasando”.
A decir del entrevistado, su jornada laboral diaria es de 15 a 17 horas. Por eso descansa de dos a tres días a la semana.
Además, indicó que la demanda en el servicio de transporte ha disminuido considerablemente, por lo que en ocasiones con mucho esfuerzo apenas reúne entre 200 y 300 pesos, libres de “cuenta” y combustible.
“A veces se gana bien, pero ya no es como antes. Ha bajado mucho el pasaje y el dinero, antes en un día te llevabas 500 o 600 y ahora, apenas la mitad”.
En su día a día se ha encontrado con personas que lo insultan, porque frena de golpe cuando un automovilista invade su carril.