Regresó de Querétaro para estar cerca de su familia.

Julio César Parra, quien trabaja como operador del transporte público, señaló que diariamente batalla con algunos pasajeros que pretenden pagar cinco pesos por el servicio, pero que no muestran la credencial del Inapam y en algunos casos, ni siquiera aparentan tener más de 60 años de edad.

A decir del trabajador del volante, muchas personas le entregan la mitad del pasaje y le dicen “con credencial”, pero cuando les pide mostrar el documento, se molestan y responden con frases como “también llegarás a esta edad”.

Aseguró que respetar los descuentos a las personas adultas mayores afecta sus ingresos diarios, pues en ocasiones deja de recibir hasta cien pesos. Sin embargo, evita entrar en discusiones, ya que está consciente de que su patrón le dará la razón al usuario.

Además de los descuentos hay personas que le dicen “ahorita le pago” y no lo hacen. Además, tiene que pagar los “minutos quemados”, es decir, cuando no llega a tiempo con el checador, de tal manera que hay días en los que con mucho esfuerzo solo obtiene 300 pesos libres de cuenta y combustible.

El entrevistado comentó que su trayectoria al volante es de ocho años. Trabajó en el estado de Querétaro, pero regresó hace seis meses para estar cerca de su familia.

“Me regresé porque extrañaba a mi familia, pero es probable que dentro de unos meses me vaya porque allá está mejor pagado, son menos horas y te dan prestaciones de ley, lo que aquí no hay”.