Hace diez años, después de laborar más de tres décadas como conductor de autobuses, Antonio Cueto se jubiló.
Aunque intentó descansar en casa, dijo que la costumbre de la actividad diaria no lo dejó, por lo que decidió trabajar como chofer de taxi.
Gracias a la pensión que recibe por sus años de servicio, Antonio trabaja alrededor de seis horas diarias y únicamente de lunes a viernes, pues asegura que con cinco viajes al día es suficiente para cumplir con sus gastos.
Afirmó que ni la llamada “cuesta de enero” ni la competencia de las plataformas que prestan el servicio de transporte privado afectan sus ingresos económicos, ya que ha logrado crear su cartera de clientes desde hace diez años.
“Para mí sí hay pasaje, pero hay unos que les afectan los carros de aplicación. Tengo diez años como chofer de taxi y ya tengo clientes frecuentes. Al día hago unos siete u ocho viajes y sólo trabajo entre cinco y seis horas”.
Comentó que se ha percatado de que cada vez son menos las personas que piden el servicio de taxi en la calle, pues la mayoría utilizan aplicaciones como Uber y Didi para trasladarse.
Sin embargo, refirió que esa situación no le ha afectado, porque diariamente realiza por lo menos cinco viajes, ya que su vehículo está limpio y además presta el servicio a otros destinos, como Acapulco o la Ciudad de México.
“Diario tengo por lo menos cinco viajes. Empiezo a las diez de la mañana y lo dejo a las cinco de la tarde, porque ya estoy pensionado de los autobuses y con lo que junte al día con eso es suficiente”.