Pero trabaja jornadas de hasta 15 horas.
Alfonso Gutiérrez trabaja desde hace tres años como operador del transporte público y aunque reconoce que es una labor cansada, afirma que no ha pensado dejar el volante, ya que obtiene mejores ingresos económicos que en otro tipo de trabajo.
Antes de laborar en la "ruta", Alfonso se dedicaba a las ventas en una mueblería, pero cambió de giro porque sus ingresos eran insuficientes para mantener a su familia.
A invitación de uno de sus amigos empezó a laborar en el transporte público; aunque está a gusto en esta labor, porque obtiene más dinero, señaló que una desventaja es que diariamente dedica más de 15 horas al volante.
"Es bonito, pero es cansado porque no comes a tus horas y a veces de plano no hay tiempo para comer; duermes tres o cuatro horas y lo que estresa es el tráfico y la presión que tenemos para entregar la cuenta y el dinero para el diésel".
Afirmó que varios operadores han enfermado por esa situación, principalmente de los riñones. Sin embargo, aseguró que por el momento no dejará este oficio, ya que al día reúne al menos 500 pesos.
"Me gusta el volante porque ganas mejor que en otro trabajo, pero a veces la gente te insulta, piensan que uno viene corriendo porque está loco, pero no saben que tenemos que llegar a tiempo a checar, si no, hay que pagar los minutos quemados".