A José Antonio le gusta su trabajo, pero sabe de la responsabilidad de evitar poner en peligro a los pasajeros.
José Antonio González señaló que tiene una trayectoria de más de 30 años como operador del transporte público, una labor con la cual ha logrado mantener a su familia; sin embargo, lamentó que por respetar el tiempo que le indican en la base ha sufrido dos percances automovilísticos.
Cuando tenía 14 años de edad, dijo, aprendió a manejar. Al cumplir la mayoría de edad se incorporó a una empresa como chofer particular, y dos años después incursionó en el transporte público, como operador.
"Antes no te daban capacitación, antes tenías que aprender con los conocidos o te subías a la 'ruta' con los amigos y así aprendí a manejar; en ese tiempo no me daba miedo ni nervios, porque cuando eres joven todo te parece fácil".
Refirió que ser chofer es un oficio noble, pero es cansado porque trabajan jornadas de más de 15 horas diarias y tienen poco tiempo para estar con la familia.
Afirmó que es estresante, porque tienen que lidiar con pasajeros que están de mal humor y se quejan por cualquier cosa.
"Este trabajo es bonito, pero es una gran responsabilidad; tienes que estar al pendiente del pasaje y no descuidar el volante porque puedes tener un accidente. En todo este tiempo he tenido dos accidentes, porque a veces andamos a las carreras, ya sea por el pasaje o por respetar el tiempo que nos dan en la base, pero han sido golpes leves".