Ernesto admite que en el transporte gana más que en su anterior trabajo.

Ernesto Díaz, afirmó que hasta hace tres años trabajaba en una empresa donde se encargaba de la tapicería, pero se terminó su contrato y su primera opción de trabajo fue el transporte público porque necesitaba dinero de manera urgente.

Dijo que uno de sus amigos le aseguró que en la “ruta” se obtienen buenos ingresos económicos y eso le convenció, pero no le dijo es que trabajan jornadas de más de 15 horas, a veces realizan su primer recorrido a las 4:40 de la mañana y en ocasiones descansan una vez al mes.

En su opinión, para ser chofer se necesita paciencia, porque temprano tienen la presión de reunir el dinero para entregar la cuenta y la gasolina. Por eso, algunos jóvenes no aguantan en este oficio y lo abandonan a los pocos días.

“No cualquier persona aguanta trabajar como chofer del transporte público. No cualquiera aguanta este ritmo, aquí entras temprano; sales tarde y sólo llegas a tu casa a cenar, a bañarte y a dormir porque al otro día es lo mismo”.

Aunque reconoció que es una labor cansada, dijo que obtiene mejores ingresos como operador que como tapicero.

“Me gustó aquí en la combi porque los ingresos son buenos, es cierto que hay días malos, pero está mejor que en las empresas o en las fábricas, aunque también es cierto que aquí no hay prestaciones ni seguro social”.