Carlos Ernesto lamenta la pérdida de ingresos por las lluvias.
Antes de llegar a su casa, Carlos Ernesto Silva González pasó a una lavandería, donde recogió una bolsa que contenía quince mudas de ropa de trabajo, la colocó en el primer asiento del lado del conductor, pero cuando llegó a su domicilio la bolsa había desaparecido.
“¿Me ayudas a bajar la bolsa de mi ropa?”, dijo Carlos a su esposa, cuando ella preguntó, “¿qué bolsa?, aquí no hay nada”.
Así fue como Carlos, chofer del transporte público, perdió quince mudas de ropa, especialmente camisas y pantalones de vestir que utiliza para trabajar.
"Era una bolsa con ropa de quince días, la mandé a la lavandería porque con los días lluviosos no se seca bien en la casa y algún pasajero vio la bolsa y se la llevó. Ahora tengo que esperar a juntar algo de dinero para comprar ropa el fin de semana, la que uso ahorita está desgastada porque me la ponía cuando era chalán", comentó.
Carlos trabaja desde hace 14 años como chofer de "rutas", pero también ha realizado trabajos de albañilería, carpintería, plomero y electricista.
Su anterior trabajo fue de mesero en Tulum, Quintana Roo, pero lo dejó y regresó a Morelos porque su esposa está embarazada y dentro de un mes dará a luz.
De su labor como operador, dijo que es estresante debido a que diariamente dedican más de 15 horas al volante y en ocasiones con mucho esfuerzo reúnen el dinero para la cuenta y el combustible.
Afirmó que sus ingresos económicos disminuyen, especialmente cuando hay vacaciones escolares, y en días lluviosos, porque la gente no sale, como el lunes, que realizó recorridos con seis o siete personas.
A decir de Carlos, diariamente tiene que entregar mil 750 pesos de cuenta y mil 300 para el combustible.