A Zyanya le gusta ver el cielo, parece que ahí encuentra lo que no encuentra con lo que le rodea.

Jojutla. De acuerdo con Wendy Guadalupe Ruiz Ramírez, la titular de la Comisión de Búsqueda de Personas en Morelos, en el periodo enero-junio de 2024, han desaparecido 450 personas.

De este total, 250 casos corresponden a hombres y 200 a mujeres. En el caso de los hombres, 25 por ciento de los desaparecidos son menores de edad, es decir más de 60 casos; mientras que para las mujeres este porcentaje asciende a 50 por ciento, es decir cien casos.

Según las cifras de las autoridades mexicanas, hasta el pasado 15 de marzo de 2024, había un total de 99 mil 729 registros de personas desaparecidas o no localizadas en la República Mexicana.

En las redes sociales, las cédulas de alerta con personas desaparecidas son sólo retratos desconocidos, lejanos a nuestras preocupaciones, mientras las personas desaparecidas no sean familiares o conocidos, a menos que nos acerquemos y preguntemos a la familia y ésta acceda a darnos más información.

Seguramente los usuarios de Facebook de Morelos han visto una ficha de búsqueda de una chica llamada Zyanya, pidiendo apoyo para su localización y fondos para continuar su búsqueda.

Aunque los hechos no ocurrieron en México, sino en Ojai, en el condado de Ventura, estado de California, Estados Unidos, el caso es real y la víctima tiene raíces morelenses. Sus padres son migrantes.

En este relato se omitieron algunos detalles para protección de las víctimas principalmente. Y se publica con la intención de ayudar y sensibilizar a la población sobre este grave problema que se presenta en todo el mundo.

En la época en que desapareció, Zyanya estaba pasando por una crisis depresiva, y se cree que salió de su casa por la ventana de su recámara, entre las 3:00 y 4:00 horas, es decir, en la madrugada del 25 de junio. Su rastro se pierde a media milla de su casa, el mismo día se inició la búsqueda con perros policías y un equipo de rescate y salvamento.

Al día de hoy, se han suspendido las tareas de localización, sólo están trabajando en el caso dos detectives.

Familiares y amigos se han organizado a la par de grupos de la sociedad civil para continuar con la búsqueda.

Se han realizado algunas actividades para recaudar fondos, las distancias que se están recorriendo son bastante grandes, se ocupa de coche para ir, las aportaciones se están usando para cubrir algunos de estos gastos, así como la impresión de flayers y de lonas que se han distribuido en algunas de la carreteras que las autoridades del condado de Ventura ha autorizado.

Algunos camioneros que van hacia la ciudad de Los Ángeles o a otros puntos de California se han unido en la distribución de volantes, sin embargo, a 37 días de su desaparición, aún no se tiene ningún indicio de su paradero.

A pesar de que existe la posibilidad de que haya sido “levantada” por el conductor de una camioneta, las autoridades no han cambiado el estatus del caso, de desaparecida a secuestrada, por las implicaciones políticas que esto tendría, por no aumentar sus indicadores de violencia, lo que impide realizar búsqueda casa por casa con la compañía de perros que pudieran detectarla,

Cada día se organizan grupos de dos a cuatro personas y se distribuyen zonas para realizar recorridos, se organizan con drones para sobrevolar algunos puntos de los bosques cercanos, se organizan para compartir sándwiches y agua y para tratar de encontrar a la chica.

Zyanya nació con una afectación cardiaca, lo que hizo que se le efectuara una cirugía de corazón abierto a tres semanas de nacida, a los siete años le diagnosticaron Asperger, que con el tiempo se convirtió en autismo.

Le gusta comer alitas a la barbacoa y disfruta mucho comer pasta con verduras y carne, no le gusta la comida picante. No gusta de usar zapatos, prefiere las chanclas, por sentir sus pies más cómodos, tiene el cabello negro, rizado y abundante, igual que sus ojos con unas pestañas largas y rizadas que tocan sus cejas, su cuerpo es pequeño, apenas mide un metro con 45 centímetros, tiene sus manos pequeñas, con dedos delgados y uñas redondeadas, sus pies también son pequeños, calza del 23, tiene los labios delgados, un lunar adorna su frente, justo a la mitad, su voz es cálida, nunca la he escuchado elevarla, aunque esté molesta o enojada, por lo general habla bajito, su risa es cantarina, cuando está nerviosa es común que frote su nariz con el dorso de su mano.

A Zyanya le gusta ver el cielo, parece que ahí encuentra lo que no encuentra con lo que le rodea. Ama a sus gatas, Mamash es su favorita, puede tenerla en su regazo por horas, mismas que Mamash disfruta con un acompasado ronroneo; Milo, el cachorro que estaba siendo adiestrado para que fuera su compañía, la obedece, tiene la costumbre de darle sus premios y rascarle la cabeza cuando Milo se echa a sus pies.

Con una singular memoria, Zyanya puede nombrar a los artistas y actrices que desfilaron en la alfombra roja en la entrega de los Óscares. Disfruta mucho las películas futuristas, Bob esponja es una de sus caricaturas favoritas, ríe con ellas y comparte comentarios sobre lo que está viendo.

Una de las formas en que ella demuestra su afecto o cariño es acercando su cabeza al hombro de la otra persona, se reclina sin abrazar, ni dar besos, sólo tocando con su cabeza, ese gesto no lo tiene con todas las personas, sólo con los que le son cercanos. Se lleva muy bien con las niñas y niños pequeños, con ellos puede jugar sin ser señalada.

Le gustan las historias fantásticas, las historias contemporáneas, las novelas históricas y las revistas de modas, conoce la historia de la moda y a los diseñadores famosos del siglo XX, conoce de geografía y de las estrellas, cuando platica de lo que le gusta se emociona y mueve sus pies como si fuera a caminar flotando.

Sus padres, como muchos paisanos, migraron al norte en busca de mejores condiciones de vida.

Han luchado a brazo partido durante muchos años, han trabajado mucho para tener lo necesario para brindarles a sus hijos, Zyanya y Tzoni, casa, vestido, sustento, escuela y para su hija Zyanya atención médica adecuada a su condición de autista, con la que ha vivido toda su vida y que fue diagnosticada a temprana edad.

Durante su infancia Zyanya acudió a escuelas que le permitieron desarrollar algunas habilidades, aprendió a leer y escribir, dominando tanto el español como el inglés, aprendió a utilizar algunas herramientas electrónicas como la computadora y por supuesto los celulares. Está dentro del espectro autista, pero tiene un alto nivel de funcionamiento.

Podría decirse que su infancia, salvo algunas circunstancias particulares, como el socializar de manera “normal” fue bastante buena.

Sin embargo, al llegar a la pubertad, eso cambió.

Zyanya se encerró cada vez más en su mundo, cambiaron varios de sus hábitos, dejó de compartir las horas de comidas en familia, dejó de hacer otras actividades como pintar o armar rompecabezas, poco a poco su aislamiento se fue acrecentando, no por falta de atención, ya que sus papás procuraron contar con atención especializada, psicólogos, docentes, pediatras, etcétera, a fin de que su hija pudiera enfrentar ese mundo. Aún así, y de manera inesperada, la madrugada del martes 25 de junio, desapareció de su casa.