En un accidente dentro de la escuela, el estudiante cayó y perdió varios dientes.
Por incurrir en omisión, una directora de primaria deberá asumir la responsabilidad del pago de gastos médicos y psicológicos de un alumno, que sufrió un incidente dentro del plantel y perdió varias piezas dentales.
De acuerdo con la sentencia del juicio de amparo 1112/2023, emitida por el Juzgado Quinto de Distrito, el 28 de junio del año pasado, dentro la Escuela Primaria General “José María Morelos y Pavón”, varios menores jugaban y ocurrió un accidente en el que uno de ellos cayó y perdió varios dientes.
Tras el incidente, los padres de los otros infantes implicados en el incidente acordaron junto con la directora, hacerse cargo del pago de los gastos médicos y psicológicos del menor lesionado, sin embargo, pasó el tiempo y el pago nunca se concretó.
Ante ello, el padre del menor agraviado recurrió a la justicia federal para reclamar la omisión de la autoridad educativa de verificar y hacer cumplir el acuerdo para la reparación de daño sufrido por su hijo.
Al revisar las pruebas aportadas por las partes, la Juez Quinto de Distrito, Martha Eugenia Magaña, determinó que la autoridad educativa incumplió con sus deberes previstos en la Ley Estatal para la Convivencia y Seguridad de la Comunidad Escolar.
De acuerdo con esta normatividad, si bien hay muchas probabilidades de que ocurran accidentes en las escuelas, todo el personal directivo, docente y administrativo es auxiliar en materia de seguridad de la comunidad escolar; tiene la obligación procurar la convivencia y seguridad en cada una de las escuelas de educación básica; y debe reportar en forma inmediata los incidentes y actos de violencia escolar, y notificar por escrito a la instancia gubernamental respectiva para que proporciones atención psicológica, médica y jurídica.
Al no advertirse que se haya cumplido con el pago acordado de los gastos médicos y psicológicos, la juzgadora determinó que quedaron de manifiesto las omisiones en que incurrió la autoridad responsable, tales como verificar el pago de las cantidades acordadas, dar seguimiento a las citas dentales del infante y responder la propia escuela por los gastos generados con motivo del incidente.
Tampoco se advirtió que se hubiera canalizado al niño con el personal capacitado que le proporcionara apoyo especializado, ni que recibiera la debida atención psicológica que requiere para tener un sano desarrollo educativo.
“Lo que se traduce en que la escuela responsable no ha tomado las medidas necesarias para la protección de la integridad física, psicológica y moral del niño quejoso; pues no se le ha dado seguimiento al procedimiento para restituirlo en el pleno goce de sus derechos, derivado de la lesión ocasionada en las instalaciones de su escuela”, estableció.
En consecuencia, concedió al padre y al menor agraviado la protección de la justicia federal para efecto de que la directora de la Escuela Primaria General “José María Morelos y Pavón”, de manera inmediata, otorgue al infante una indemnización suficiente para cubrirlos gastos médicos para la restitución de los dientes dañados y de las terapias psicológicas que requiera.