Juan Ramón lamenta que esa situación afecta las ganancias de los operadores.
Juan Ramón, quien trabaja como operador del transporte público, señaló que este oficio ya no es negocio, pues cada vez son menos las personas que utilizan el servicio, ante las facilidades de las agencias automotrices para adquirir un vehículo y la competencia de los servicios de plataforma.
Su trayectoria al volante, indicó, es de un año, y durante este tiempo ha podido comprobar la disminución en la demanda del servicio de transporte.
"Estaba trabajando en una empresa refresquera, pero hubo recorte de personal y tuve que salir, y un amigo me comentó de ser chofer de la combi. Me llamó la atención porque hay dinero diariamente, pero también hay que pagar cuenta y la gasolina, y por eso a veces uno se queda con 200 o 300 pesos y son más de diez horas de trabajo", comentó.
Dijo que recibió capacitación durante tres días, sin embargo, reconoce que hace falta capacitación en diferentes temas, incluso, de primeros auxilios, para saber cómo auxiliar a personas.
De acuerdo con el entrevistado, también ha trabajado como chofer en empresas privadas, pero la situación es la misma, pues la capacitación se limita al manejo a la defensiva y señalización.