Los peritos estatales llegaron primero a la zona y tras conocer que el asunto involucraba a la diplomacia estadounidense, peritos federales arribaron al lugar de los hechos para recabar evidencias en el lugar y completar el trabajo inicial que había comenzado la procuraduría estatal.
Las indagaciones forman parte de las diligencias que el Ministerio Público Federal consideró eran necesarias realizar para consignar el caso ante un juez, por lo que extendió su plazo a 40 días para su integración y consecuentemente el arraigo de los federales.
De acuerdo con versiones de testigos en la zona donde quedó varada la camioneta diplomática, ésta paró en el sitio porque varios vehículos les cerraron el paso, entre ellos patrullas de la Policía Federal.
Una de las pruebas que más controversia ha provocado para rechazar la hipótesis de una confusión y reforzar la presunción de una emboscada, son los cartuchos percutidos de calibre .762 encontrados en el kilómetro 50+500 donde paró la camioneta, muchos de los cuales estaban entre los matorrales de un montículo ubicado en las laderas que circundan la carretera.
Los 52 casquillos que se ubicaron en el lugar corresponden a un calibre .762, el cual no es considerado oficial, sin embargo, estaría pendiente de establecerse qué tipo de armas se usaron en el ataque al vehículo, para saber si hay otro tipo de rifles de alto poder involucrados, ya que dichos cartuchos son generalmente utilizados por el AK-47.
Desde el martes, personal de la delegación de la PGR en Morelos sacó de sus instalaciones las cuatro patrullas y un vehículo particular compacto, en los cuales se desplazaban los policías federales que participaron en la balacera.
Las patrullas son la 13617, 12793, 12790 y 10374, además de un auto Chevy de cuatro puertas y color azul con placas 301 WHD del Distrito Federal.