El presidente de la Confederación de Asociaciones de Morelenses en Estados Unidos y Canadá, Pablo Castro Zavala; informó que ayer la abogada de oficio de Edgar, Sandra Bako, le informó vía telefónica que por escrito fue formalizada la petición de clemencia a las autoridades texanas.
Señaló que particularmente en la petición realizada al gobernador Perry, se le hizo un recordatorio de la promesa que hizo sobre revisar el caso de Edgar por las presuntas violaciones a sus derechos consulares, y con ello, abrir la posibilidad de conmutar su condena.
“Hace cinco años él prometió que iba a revisar el caso de Edgar Tamayo por la supuesta violación de sus derechos consulares; entonces, se le hizo el recordatorio acerca de esa promesa que él ya había hecho; entonces básicamente ya está ahí la petición de aplazamiento dirigida al gobernador y a la Junta de Perdones y Libertad Condicional del estado de Texas”, dijo.
Dijo que el gobernador texano no ha cumplido hasta hoy la promesa de revisar el caso del connacional, originario del municipio de Miacatlán, Morelos; sin embargo, ante la víspera del 22 de enero -fecha fijada para la ejecución de Edgar por inyección letal- se tiene la esperanza de que Rick Perry cumpla con su palabra.
Afirmó que si Edgar hubiese tenido la asistencia consular adecuada, no estará condenado a la pena de muerte y es por ello que se apela a la clemencia.
“A final de cuentas nosotros creemos que si Edgar hubiera tenido la representación consular que se le negó, desde un principio a él no se le hubiera dictado la pena de muerte; definitivamente, el jurado hubiera dado ciertos fallos de condena pero jamás se le hubiera dictado la pena de muerte”, afirmó.
Asimismo, Castro Zavala expresó que el Gobierno de Morelos hasta el momento, ha mantenido silencio sobre el caso; mientras que las autoridades federales mexicanas se han mantenido muy activas en las gestiones para tratar de evitar la ejecución de Edgar Tamayo Arias, acusado y sentenciado por el asesinato del policía Guy Gaddis, ocurrido en 1994 en Houston.
Tamayo Arias fue recluido primero en la unidad carcelaria de Polunsky, en Livingston, y luego trasladado al pabellón de condenados en la prisión de Huntsville, Texas; donde se encuentra actualmente.
Durante los 20 años de presidio, Edgar ha sostenido ser inocente del crimen contra el policía estadounidense y que su sentencia a la pena capital tuvo tientes racistas y discriminatorios, “nuestra pobreza y nuestro color de piel nos hacen culpables”, declaró en el 2008 a un diario de aquel país.