De acuerdo con la magistrada presidenta de este tribunal especializado, Ana Virinia Pérez Güemes y Ocampo, dicho diagnóstico indica que nueve de cada diez de los menores procesados y sentenciados que se encuentran en el Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Adolescentes (CEMPLA) tienen alguna adicción a drogas o estupefacientes.
“Casi un 90 por ciento de los adolescentes en internamiento tiene una adicción a alguna droga o estupefaciente, aunque cuando se les pregunta en audiencia al respecto, lo niegan, afirmando que antes lo hacían o que lo hacían socialmente”, expresó.
De acuerdo con datos del TUJA, el 25 por ciento de los adolescentes internos en el CEMPLA consumieron bebidas embriagantes; el 27 por ciento, drogas o enervantes; el diez por ciento, tabaco, y 36 por ciento consumió dos o más drogas –legales o ilegales.
De igual forma, la mayor parte de los adolescentes en conflicto con la ley apenas cursó la educación básica: el siete por ciento de los menores internos es analfabeto; el 21 por ciento tiene la primaria trunca y el 30 por ciento la primaria terminada; el 24 por ciento no concluyó la secundaria y sólo el 15 por ciento logró culminar este nivel. Un diez por ciento truncó su bachillerato.