Los afectados son cerca de 42 empleados, quienes denunciaron que desde hace varias semanas han sido literalmente “sentados en la banca”, ya que han sido desplazados de sus sitios de trabajo, no se les asignan tareas y se les ha impedido el uso de ordenadores o insumos para realizar cualquier función.
Incluso, según la denuncia, algunos están prácticamente sin hacer nada, como medida para relegarlos y obligarlos a presentar sus denuncias, a pesar de que un número importante de afectados tiene varios años trabajando en esa dependencia.
La finalidad del acoso, según manifestaron los afectados, es orillarlos a renunciar para que nuevo personal pueda ser reclutado, bajo la venia de la propia titular de la Secretaría de Cultura.
La situación ha sido del conocimiento de las autoridades encargadas de la política interna, quienes se han comprometido a investigar qué sucede y dar una respuesta a los trabajadores, quienes temen perder sus empleos, para ser relevados por personal nuevo.