A través de un comunicado, la institución informó que por instrucciones del fiscal estatal, Rodrigo Dorantes Salgado, en el mes de septiembre inició una auditoría al “cuarto de evidencias”, sitio donde son almacenados todos los objetos encontrados en la escena de los crímenes y que son elementos fundamentales para esclarecer los delitos.
Detalló que había sospecha de presuntas irregularidades y por ello fue necesario aplicar la auditoría a esta área de la fiscalía, que al final confirmó que efectivamente ocurrían anomalías.
Como resultado de la revisión al “cuarto de evidencias”, se detectó la “desaparición” de varias armas relacionadas con dos carpetas de investigación y en consecuencia el fiscal estatal ordenó tomar las acciones correctivas y se dio vista a la Contraloría General del Estado y del órgano de control interno de la Fiscalía General para deslindar responsabilidades administrativas.
Además fueron iniciadas cuatro denuncias penales contra quien resulte responsable por la desaparición de las armas, cuyo número no fue precisado por la institución.
Durante esta revisión realizada a lo largo del mes de septiembre, fueron digitalizados los libros de gobierno en los que se registra la evidencia y la verificación física de las cosas resguardadas, y se reforzaron las medidas de acción para garantizar el resguardo de las evidencias, que son esenciales para la eficacia en la investigación, persecución y sanción de los delitos.