La delegación de la institución en Morelos dio a conocer que todo está listo para responder al habitual incremento en la demanda de servicios de urgencias en temporada vacacional, pues la entidad registra una importante afluencia turística asociada con el aumento de accidentes automovilísticos. Pero destacó la importancia de la prevención de los incidentes en el hogar, donde ocurre la mayor cantidad de casos en los que las víctimas son los niños y las niñas.
Los especialistas del IMSS señalaron que “debido a que en la época de vacaciones escolares los niños permanecen mayor tiempo en casa, se debe prevenir accidentes en el hogar, como son caídas, heridas, quemaduras, intoxicaciones, introducción de cuerpos extraños y asfixia, por mencionar algunos.
“Durante el descanso escolar algunos menores se quedan solos en su vivienda y disponen de tiempo libre sin supervisión de los adultos, por lo que están más propensos a sufrir accidentes, que pueden ir desde raspones, hasta lesiones graves”.
María del Rocío Manjarrez Aranda, coordinadora auxiliar de Atención Médica del Seguro Social, señaló que los sitios del hogar donde más se generan los accidentes son en cocina, escaleras, baños, pisos, patio, garaje y jardín, por lo que se aconseja extremar cuidados en estas áreas, advierte la institución.
La falta o deficiente cuidado que se tiene a los menores son una de las principales causas de los percances; los adultos deben reflexionar que la ignorancia infantil no capta la peligrosidad de las substancias tóxicas que con frecuencia ingieren, así como desconocimiento en el manejo de aparatos eléctricos, contactos y cables que conducen corriente, entre otros aspectos.
Para prevenir descargas eléctricas se recomienda mantener en buen estado las instalaciones y cubrir adecuadamente las conexiones y tomacorrientes, para evitar que los pequeños introduzcan los dedos o manipulen los cables.
Los niños poseen la curiosidad natural de explorar su entorno, por lo que se debe tener precaución y no dejar al alcance de los niños cerillos, substancias químicas, cuchillos y otros objetos peligrosos; no permitir que se acerquen a la estufa o que jueguen en la cocina, y evitar objetos tirados en el piso que provocan tropezones y resbalones.
Para evitar que ocurran accidentes por fuego y quemaduras, es importante no dejar líquidos calientes al alcance de niños; mantenerlos alejados de estufas, anafres o velas. Y por ningún motivo, dejarlos solos en una habitación en donde haya alguno de estos artículos.
Las caídas pueden ocasionar esguinces, fracturas, golpes, luxaciones y torceduras. Las heridas son rupturas en la piel, en las mucosas o en los tejidos de los órganos que pueden ser ocasionadas por objetos punzo-cortantes como cuchillos, tijeras, navajas, pica-hielo, por armas de fuego, golpes, raspones, mordeduras de animal u otras causas. Las quemaduras pueden producirse por calor, substancias químicas o por fricción intensa en la piel.
Las intoxicaciones y envenenamientos se producen generalmente por la ingestión de substancias tóxicas de uso casero: petróleo, aguarrás, “thinner”, insecticidas y desinfectantes, entre otros, así como por medicamentos.
La asfixia en los menores de un año puede ser ocasionada por la ropa (sábana, cobija, etcétera), o bien por la incorrecta ingestión de líquidos. En los bebés se debe tener especial cuidado para evitar caídas, ya sea de la cama, la silla e incluso de los brazos de sus padres.
En el caso de los balnearios se recomienda a los visitantes no descuidar a los niños, especialmente si no saben nadar bien.
Pidió no dejar de vigilarlos y aconsejarlos para que no se retiren de un lugar acordado, igualmente exhortó a los adultos verificar la profundidad de las albercas donde van a nadar, sobre todo los menores de edad, concluye el referido comunicado.
