“Yo soy hombre y expreso con palabras y acciones mis sentimientos. Lloro, sonrío, me enojo, me entristezco y me reconcilio conmigo mismo. ¡Yo digo NO a la violencia contra las mujeres! ¿Y tú?”, decía otro.
De acuerdo con la CIDH, en el 2014 en sólo 13 estados del país fueron brutalmente asesinadas 1 mil 42 mujeres y sólo el 33% de los casos fueron investigados como feminicidios. De enero del 2014 a septiembre del 2015 se registraron 35 mil 285 denuncias de violación en todo el país, hay 7 mil 185 mujeres desaparecidas y se han documentado 252 casos de violencia contra mujeres periodistas en México, entre los que hay 13 casos de feminicidio.
García Quintanilla detalló que el feminicidio en Morelos es grave y lo demuestra el hecho de que 633 mujeres han sido privadas de la vida de manera violenta desde el año 2000 a febrero de 2015 y se siguen presentando casos casi cotidianamente.
“Rechazamos absolutamente todo tipo de violencia misógina que lacera gravemente los derechos humanos de las mujeres y termina privándolas de la vida. El feminicidio está tipificado penalmente sólo en algunos estados, a pesar de que existe la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, misma que establece el mecanismo de la Alerta de Violencia de Género como un recurso jurídico para el establecimiento de políticas públicas de emergencia, mismas que únicamente se han aprobado para 11 municipios del Estado de México y para ocho municipios del Estado de Morelos, sin que los gobiernos las cumplan cabalmente, en esta lógica perversa de simulación, omisión y complicidad.
“Por eso decimos, como lo resolvió el Encuentro Nacional Feminista, que la AVG es sin duda una medida para saldar la deuda histórica con todas las mujeres y la sociedad en su conjunto ante esta violencia feminicida que ha resultado imparable y creciente durante estos años”, dijo.
Agradeció a los hombres, a las mujeres, a las familias y organizaciones que de manera individual o colectiva se suman a la exigencia de alto a la violencia y de justicia para las víctimas. Sin embargo, llamó a la sociedad a tomar conciencia de la gravedad de lo que ocurre y a participar activamente en la lucha por los derechos de las mujeres y no callar, ni aceptar, que continúen los feminicidios.