Jojutla.- Con un solo hallazgo, un cráneo; “un indicio material”, así como dos osamentas –que se extraerán hasta este martes- concluyó la primera jornada de la tercera etapa de la exhumación de cuerpos en la fosa común del panteón de Jojutla, el día de ayer.
Los trabajos se reanudaron, tras una pausa de dos semanas, la mañana de ayer con las mismas condiciones que las dos etapas anteriores.
Por la tarde, en conferencia de prensa, el fiscal general Javier Pérez Durón dijo que con éste, suman 58 los hallazgos obtenidos desde el inicio de los trabajos, el 21 de marzo de ese año.
“Se encontró un hallazgo, que es un fragmento de cráneo, así como un indicio material, que es una trusa”, dijo.
Asimismo, continuó, se descubrieron restos que corresponden a dos osamentas que de manera temporal se dejaron dentro de la fosa en bolsas de plástico, toda vez que el día de mañana (hoy martes), a primera hora, se explorará en el entorno de la misma fosa.
Por su parte Amalia Hernández -vocera de parte de las víctimas- señaló que con la ayuda de la Procuraduría General de la República (PGR) se comenzó ya a delimitar el área de la fosa y se tuvo en la colindancia el hallazgo de un ataúd.
“Se le ha solicitado a la fiscalía que lo más pronto posible gire los oficios pertinentes (al municipio) para obtener la información y saber si esa fosa fue donada o quién la está ocupando, para saber con certeza si ésa sería el área que delimita la fosa (común)”.
Añadió que el cráneo fue encontrado en el área norte y los dos cuerpos, en los que se trabajará este martes, estaban sin embalaje, estaban sueltos.
Interrogado acerca de los señalamientos que se han hecho, acerca de que no se respetaron los protocolos de inhumación, el fiscal general respondió que respeta las opiniones, pero dentro de la fosa trabajan no sólo elementos de esa dependencia sino de la PGR, de la Policía Federal Científica, la comisión nacional y estatal de derechos humanos y la comisión de víctimas y al final “vamos a ver qué sucedió”.
En el lugar, aunque pocas, hay familiares de desaparecidos, que tienen fe y esperanza de encontrar ahí los restos de su ser querido, como el caso de Francisco Acosta Peralta, papá de Adrián Acosta López, joven que en el año 2010 fue secuestrado cuando salía de su trabajo en un hotel de San José Vista Hermosa.
Desde entonces no sabe nada de su hijo, que entonces tenía 36 años de edad y tenía esposa y tres hijos.
El señor Acosta, tras varios años de angustia, espera que en todo caso, se encuentre aquí a su hijo para darle sepultura y sepan de una vez en dónde está.