Tequesquitengo.- Autoridades del Poder Judicial, acompañadas de la fuerza pública, realizaron ayer el desalojo del lote 11, de la bajada Lago Iberia, que por décadas ocupó el restaurante “El Malecón”.

La mañana de ayer, elementos de la Policía Morelos formaron una valla con equipo antimotín, para impedir el acceso de cualquier persona al predio. En el lugar, maquinaria pesada destruía la vieja construcción, que por años fue el restaurante, y retiraba en un camión todas las pertenencias.

La actuaria no quiso dar ninguna declaración.

El señor Alejandro Reséndiz Uribe, quien desde hace más de dos años rentaba el lugar, reconoció que había un litigio con el actual Fideicomiso Lago de Tequesquitengo desde hace 25 años, pero consideró que no hubo arreglo por “intereses económicos muy fuertes”.

“Es una tristeza decirlo, pero llegaron como ladrones, nos están despojando de algo que tiene mucho tiempo aquí, que las autoridades lo sabían… yo tengo manteniendo aquí alrededor de seis, siete empleados que tienen familia, les proporcionamos empleos para que puedan subsistir”, dijo.

Añadió que desde hace más de 15 años querían arreglar esta situación con el Fideicomiso, pero ellos “por intereses muy grandes, muy fuertes económicamente, no quieren dar solución a esto”.

Por su parte, Roberto Arcos Soto reseñó que hace muchos años el predio le fue donado a su padre Facundo Arcos Guzmán, quien ya falleció.

“Antes, los lugares pertenecían a Nacional Financiera, que se le denominaba como terrenos y turismo; como mi papá pertenecía al ejido, ellos metieron un amparo y lo ganaron, y pasaron a ser propiedad otra vez de los ejidatarios, pero como estamos peleando con el gobierno, no se le hizo caso”, resaltó.

Se quejó de que el desalojo lo realizaron sin anuncio previo y sin mostrar orden alguna.

“Yo les pedí la orden del juez  y no la traen y tampoco la actuaria se quiso acreditar”, afirmó.

Denunció que en el operativo los policías se mostraron agresivos con sus familiares.

“Sabíamos de un juicio ya terminal, pero pues aquí hay una persona que está rentando y no se le notificó el desalojo”, enfatizó.

Aseguró que el restaurante llevaba 60 años trabajando y vivían en el lugar 20 personas, que se quedaron sin casa y sin empleo.