Saúl Medina Villagómez, gerente de una empresa de bienes raíces que vendió uno de los terrenos, confirmó que desde hace dos años que se acordó la negociación con el ayuntamiento de este lugar, no se ha hecho el trámite de entrega a la comuna.
El predio donde se encuentra la unidad médica, de 10 mil metros cuadrados, costó dos millones de pesos, mientras que el de la subprocuraduría, de dos mil metros cuadrados, fue donado por el propio empresario.
“Desde el trienio anterior no se ha firmado ningún contrato, ni el de compraventa ni el de donación, y he manifestado esto ante el gobierno del estado y el gobierno municipal y hasta el momento no hemos tenido ninguna respuesta. Espero que pronto me hagan saber cuándo firmamos esos contratos.”
Dijo desconocer la razón por la que, a tanto tiempo y ya a punto de terminar de construir los dos inmuebles, en los que el gobierno del estado ha invertido una cantidad superior a los 10 millones de pesos, ni el gobierno anterior ni el actual, han finiquitado la operación, aun cuando se lo hizo saber al propio gobernador del estado.
“Lo único que hay, eso sí, son las actas de cabildo donde llegamos a un acuerdo en el acto de donación y también en la compra, así como los recibos por la cantidad de hasta dos millones de pesos; pero no contrato ni cesión de derechos, todo sigue a mi nombre.”
Dijo que se acercará al actual ayuntamiento para requerirle los contratos y ya se entregue formalmente al municipio, que a su vez los cederá al gobierno del estado.
“De mi parte no hay ningún riesgo, definitivamente yo tengo la voluntad y el deseo de que esas dependencias echen a andar sus edificios porque la finalidad inicial fue generar empleos para la región. Cuando en una de las partes en una compraventa hay mala fe o hay dolo, puede ocasionar muchos problemas, pero en especial de mi parte, como donante y como vendedor, no la hay; por parte del municipio espero que tampoco, sino al contrario, que se impulse esto para que de inmediato repercuta en la sociedad, con más empleos.”