Señaló que por disposición del cabildo se prescindirá de los servicios de varios trabajadores, aunque aún no está definido el número total, pero por lo pronto esta semana se dio de baja a un bloque de 20 de ellos.

“Es una necesidad drástica que se tiene que tomar en razón de la falta de presupuesto. No sabemos cuál va a ser el tope, pero ahorita fueron 20 personas”, destacó.

Entre las que ya están notificadas, mencionó a Cinthya Bahena Guerrero, Patricia Estrada Ayala, Omar Ramón Figueroa, José Luis Figueroa Brito, Bertín Marín Bandera, Anatalia Garduño Álvarez, entre otros.

“Nadie tiene asegurado el puesto. Esta decisión se toma en base a la necesidad de fortalecer las finanzas. La razón principal del recorte es la de ahorrar”, expuso.

Reconoció que el Ayuntamiento trabaja con una nómina excedida de por lo menos 750 trabajadores, cuando podría operar de la misma manera con 600 o menos.

En cuanto a las liquidaciones, señaló que negociarán con los despedidos y si aceptan la propuesta que le harán, podrían pagar en una sola exhibición el finiquito. “Se hará un esfuerzo para poder liquidar de un solo golpe porque no podemos seguir pagando permanentemente. Más vale un mal arreglo que un buen juicio”. Aunque también dijo que si no hay acuerdo, los trabajadores están en su derecho de acudir a los tribunales laborales. “No los vamos a obligar y respetamos sus derechos”.

Empleados que ya fueron cesados comentaron que su baja se debió a que apoyaron a la fórmula de Julio Espín en las pasadas elecciones priistas, cuando el gobierno municipal -como lo anunció el propio presidente municipal- apoyó abiertamente al líder cañero José Amado Orihuela; a lo que el asesor jurídico comentó que “el ámbito político es secundario; la decisión se tomó por las carencias y lo apremiante del presupuesto”, pues desde que el actual gobierno asumió el cargo han estado en crisis por exceso de personal.