Miguel Trigo Alarcón, presidente de la organización, reseñó que como unión formalmente constituida, le corresponde ser contratada en este tipo de obras en la región; sin embargo, el constructor contrató a otros camiones mediante un sindicato denominado “Nuevo Grupo Sindical”, que no es de la región, y le dio la obra a un grupo de cinco transportistas que, además, tienen camiones que no cuentan con placas del servicio público, sino particulares.
Por ello, desde el lunes exigían, primero, el 100 por ciento de la obra, después el 70 por ciento y finalmente, el 50 por ciento, que no les fue concedido; por lo que el día de ayer pararon la obra con sus unidades.
“Aquí vamos a continuar hasta que vengan las autoridades competentes y pongan el remedio porque, desgraciadamente, ayer (el martes) quisimos negociar, 50 por ciento cada quien, pero ellos quieren todo el trabajo.”
Rechazó la intervención de los sindicatos en este tipo de trabajos, ya que, aseguró, se llevan la mayor parte de las ganancias, pues “se llevan el 16 por ciento del IVA, nos quitan el cinco por ciento y nos pagan cuando quieren”.
“Los sindicatos han monopolizado el trabajo, ellos bajan los precios, cobran y no nos pagan hasta que quieren y nosotros vamos al día, por eso no los queremos; yo quisiera que esos sindicatos desparecieran, pues el sindicato es para los meseros, los albañiles, para gente que tiene un patrón, no para patrones”, puntualizó.
Opinó que “no es justo” que no los dejen participar en esta obra, porque ellos son 30 y están organizados, mientras que a quienes contrataron, son sólo cinco personas con muchos camiones. “Todo está carísimo, refacciones, llantas; no nos alcanza y encima, nos quitan el trabajo. No sé lo que vaya a pasar porque estamos dispuestos a todo. No es justo.”
Finalmente, culpó que el representante del sindicato los estuvo provocando para realizar actos de violencia. “Nos han provocado, pero no queremos llegar a extremo; si las autoridades no resuelven esto, quién sabe que vaya a pasar.”
Por su parte, el otro grupo de materialistas, en donde se encuentra Moisés Ocampo, entre otros, se reservó hacer declaraciones.
“Nosotros tenemos el contrato”, fue lo único que expuso Ocampo.
Ambas partes tenían sus camiones en el lugar. Por la tarde, llegó el abogado de la unión, que se entrevistó con la parte sindical. Pero hasta el cierre de edición, no se tenía ningún acuerdo, aunque se pudo saber que los representados por el sindicato llevaron a un notario público para que diera fe de la situación, porque pensaban presentar una demanda.
Por su parte, los operadores de la maquinaria pesada reconocieron que esta situación les estaba haciendo perder tiempo y dinero.