En conferencia de prensa, el representante de los tortilleros de ese municipio, Germán Becerra Castrejón, acompañado de varios industriales, justificó que la tonelada de maíz pasó de 3,500 a 6,000 pesos o más por tonelada, por lo que se verá reflejado en el precio final del producto.

Añadió que platicaron con sus homólogos de Tlaltizapán, Tlaquiltenango y Jojutla, “y están de acuerdo en acompañarnos para subir todos juntos el precio”, aunque no hubo representantes de esos municipios.

En cuanto a los operativos que pudiera realizar la Procuraduría Federal del Consumidor, el dirigente señaló que el precio de la tortilla no está controlado.

“Quisiera hacer hincapié en que nosotros no estamos encareciendo la tortilla, sino los acaparadores del maíz”, aseveró; aunque interrogado acerca de quiénes son los acaparadores, respondió que no podía dar nombres ni culpar a nadie, porque no está enterado; aunque después afirmó que el responsable también es el gobierno federal. “No lo quería decir, pero es el gobierno federal el que solapa a los acaparadores”.

Dijo que el incremento al precio del kilogramo del alimento “no será mucho”, tomando en cuenta que de 3,500 la tonelada de maíz pasó a 6,000 o más. “Es más del cuarenta por ciento y nosotros sólo incrementamos 12-13 por ciento”.

Dijo que tras el reciente incremento al precio, que de 12 pasó a 14 pesos, ahora la situación es peor, por lo que “estamos bien desbalanceados”.

“Sacamos costos y con estos 16 pesos es justo para nosotros para sacar los gastos de gas, luz, entre otros”.

Reconoció que hay programas de apoyo a los molineros que en esta ocasión por falta de comunicación no pudieron participar, por lo que esperan ser tomados en cuenta el próximo año y dijeron estar dispuestos a participar con los agricultores para que se cultive más grano en el estado.